La primera vez que escuché la frasecita, “Los
muertos que vos matáis, gozan de buena salud” fue en el barrio donde viví
varios años cuando Snoopy, le decíamos así a un señor que se parecía mucho al
personaje de Charles Schulz, más que el referente humano de la historieta, Charlie
Brown, y el otro al que llamábamos Frondizi, porque tenía una nariz parecida,
usaba anteojos como los que portaba el ex-presidente y además...se llamaba
Arturo.
Snoopy elegía unas manzanas cuanto entró Arturo
y al verle sorpresivamente le dice:” Cómo Arturo, no te habías muerto vos.?
El otro asombrado responde Ya ves que no ¡
Snoopy no le importó la respuesta y se
preguntó: Entonces al velorio de quién fui yo, si hasta me acuerdo que conforté
a la viuda, bha que yo creí viuda. Mirá vos.,
Y allí fue donde Arturo soltó ceremoniosamente
la frase: Los muertos que vos matáis, gozan de buena salud.
Buscando antecedentes descubrí que cuando el
primer riojano más famoso era Presidente de la Nación, posterior al origen del
autor de la frase, el sindicalismo argentino apenas si mostró su presencia en
los diez años que gobernó el patilludo émulo de Facundo Quiroga, y salvo
los que Átropos se llevó para el otro lado hay varios que gozando de la
condición de vida eterna gremial continúan en sus sindicatos, Barrionuevo y
Moyano por ejemplo sin que el orden de
prelación le dé o quite importancia a uno u otro.
Barrionuevo prolífico autor de frases
extravagantes y profundo devorador de “eses” la letra que al final de las
palabras las convierte de singular en plural, es conocido en el ambiente donde
se mueve como “el Canciller” precisamente por estas dos condiciones citadas.
Pero, en verdad más se lo conoce como “Sanguchito”
nombre más afín a las actividades de su gremio y también porque en el
sanguchito, ya sea jamón, mortadela o
salame, el producto siempre está al medio, ni arriba ni abajo, tal como siempre
se movió Barrionuevo desde su rol de “recontralcahuete de Menem” pasando por su gestión como presidente del ex- Inos (Instituto Nacional de Obras Sociales)
y luego como diputado provincial y senador por Catamarca, y presidente del Club
de futbol “Chacarita” sin dejar en ningún momento la secretaría general del
gremio gastronómico nacional.-
Moyano no dejó jamás de usar campera, símbolo
distintivo de cualquier dirigente sindicalista que se precie de tal, aunque su
pensamiento siempre estuvo orientado más a los negocios, diría qué entre
Ubaldini y Berlusconi, elegiría como referente al italiano que fue también dueño
y presidente hasta el 2017 del club de futbol Milán; Moyano es el presidente
(casi dueño) del club atlético Independiente.
Los dirigentes desaparecidos en la época
menemista, han vuelto amenazando con una marcha el próximo jueves 22 de
febrero, ellos dicen que lo hacen por cuestiones gremiales, algunos piensan que es más
por problemas personales no sea cosa que lo ocurrido con el "Caballo"
Suárez, el Pata Medina y Marcelo Balcedo sea contagioso y terminen todos
comiendo “sanguchitos” y jugando un partidito al metegol.
Por la edad, vio.
Por la edad, vio.