Sucedió de improviso.
Así sin que mediara alguna razón para
pensar en ello, de repente en mi mente apareció como una orden, como una
premisa imperiosa y de cumplimiento inmediato, la negación a….”follar”
Si, follar.-
Esa palabrita que significa lo que
significa según se la utilice y que yo tenía bien claro, había llegado a
hartarme y era ya el momento de decir basta.
Basta de follar ¡¡¡¡
Claro que antes consideré que era
necesario analizar de manera profunda porque había tomado esta , podría decir,
drástica decisión que sin dudas me limitaría de alguna forma.
Dudé un instante, no sería una
determinación un tanto apresurada?
Soy aun relativamente joven para
prescindir de algo que ha estado allí desde el momento en que nací, si bien por
razones obvias comencé a utilizar luego de haber cumplido cierta edad.
Dejando volar mi imaginación, pensaba
yo en la posibilidad de hacer una especie de interconsulta a por ejemplo: Cervantes, Lorca,
Quevedo, Bécquer, Hernández, Lope de Vega, Machado, Unamuno, Baroja, Jiménez y tantos otros notables de las letras
españolas.
Más aún, veía al ingenioso hidalgo y su
fiel escudero enfrascados en una interesante charla; algo así como:
-Sancho, hoy me provoca “follar” con
Dulcinea, que os parece?
A lo que el escudero andado responde: vuestra altivez
Dulcinea del Toboso, ha dado a entender que está encantada de que os la “folleis”.
-Amor y deseo son dos cosas diferentes
Sancho; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.
Claro, bien predica quien bien vive.
Pero, os la “follaréis” verdad?
-El amor nunca hizo ningún cobarde,
Sancho.
Pero no.
Pese a la hermosa prosa de la obra de
Cervantes, el “follar” colmó mis límites. Basta de follar, repito y lo coloco
más claro: basta de utilizar la palabra “follar” que me resulta tanto o más
antipática que otra que ha incorporado recientemente la RAE “ninguneo”; bien yo
ninguneo la palabra “follar”
Tan rico idioma que tenemos no entiendo
porque todo el mundo usa el vulgarismo follar, cuando bien podría utilizarse el
cursi “hacer el amor” o coger que según
la real academia significa entre otras cosas “Dicho del macho de determinadas
especies: Cubrir a la hembra.” es decir coger, trincar, garchar, regar los
perejiles, empotar, fifar, culear, fornicar, mojar el biscocho.
Las que prefieras pero nunca “Follar”
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