El (Mauricio Borensztein) más conocido como Tato, solo necesitó un par de anteojos una peluca y un habano que nunca fumó, junto a un talento innato para convertirse en, tal como le gustaba presentarse “Actor cómico de la Nación”
Un verdadero capo cómico no como los de ahora, que se suben a un escenario, pegan dos puteadas y ya se sienten émulos de quien en verdad era un artista: "Yo podría ser llamado un actor cómico, pero prefiero "artista cómico". Por una flor de razón: porque así se gana más dinero", solía decir casi en serio.
Este 11 de enero de 2016 se cumplen 20 años de su desaparición física y entonces este recuerdo:
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fuentes:Planeta Bores,colnect.com/es/stamps/stamp
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