Hay un dicho popular en Italia que dice: "" Mangia come vuoi, vistiti come dicono gli altri" come como quieras, vístete como dicen los otros.
En una versión libre ajustada al modo de hablar de algunos personajes de la vida política y pública de la República Argentina, el dicho italiano quedaría de esta forma " Hablá como se te dé el forro, vestite como dicen los otros"
Según decía el ex-profesor de foniatría del Iser (Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica) José de Jesús Pérez Ruíz, "el ser humano habla sin que nadie le haya enseñado técnicamente a hacerlo. Los elementos formativos de la palabra están librados al azar modelando nuestro ser el ambiente que nos rodea. Esto en su primer aspecto: el sonido.
La voz humana ha sido descripta como el sonido más perfecto que pueda producir instrumento musical alguno, pero el significado de la palabra es una cuestión más profunda, y es este el tema del cual quiero ocuparme.
La doña Hebe de Bonafini (Titular de la Organización Madres de Plaza de Mayo) se refirió públicamente a los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (uno de los tres poderes en que se funda el sistema democrático argentino) calificándolos como “Turros” palabra lunfarda que en singular masculino significa: Incapaz, inepto, necio y en femenino: ramera, es decir que en un manejo brillante del lunfardo con una sola palabrita, los atendió a todos incluyendo a la Jueza Carmen Argibay, única integrante femenina de la Corte.
Y realmente uno espera de una madre, frases más apropiadas, más conciliadoras, que si bien pretenden llevar implícitas una crítica, sirvan para atemperar o corregir una situación y no generar otro foco de conflicto.
Pero lejos está esta versión femenina de la Mole Moli de comportarse como una mamá comprensiva; aunque por veredas diferentes forma junto a Luís D’Elía, y Emilio Pérsico una especie de Trio Los Panchos al servicio de una “causa” que solo ellos tienen clara y que la mayoría de la ciudadanía no termina de comprender.
Porque la pregunta surge espontánea: que doña Hebe salga a responder y/o manifestar sobre temas que lejos están de la justa motivación que dio origen a la agrupación de mujeres con sus pañuelos blancos, no desvirtúa el génesis de una organización que nadie discute?
Y si alguien que lee esto piensa que soy un iluso y no veo la real motivación de la verba de Bonafini, no es porque realmente yo lo sea, sino porque quiero pensar en un país diferente donde los que marquen rumbos no lo hagan de la manera que lo hace este trío.
Al respecto el Dr. Elías Roberto Salum, presidente del Colegio de Abogados de Rosario, manifestó al diario “Sin Mordaza” lo siguiente: “Yo creo que en un país serio, donde funcionan todos los resortes de la justicia, a cualquier ciudadano que diga eso, un fiscal lo estaría llamando, no sólo por esas expresiones sino, además, por llamarlos 'turros' (a los magistrados de la Corte), por acusarlos de complicidad (con los grandes medios), por recibir dinero debajo de la mesa. Es realmente lamentable y creo que nos hace mal a todos porque las palabras violentas son el preludio de actos violentos. Esperemos que esta vez no sea así, nosotros tenemos un pasado violento en este tema y esperemos no volver a repetirlo. Hay que darle lugar a la serenidad, a no caer en excesos, parecería que no hay posibilidad de disensos y tolerancia en este país. Parece que el derecho de uno está por sobre todo. Creo que hay que responder serenamente ante este tipo de agresión".
“Hay que decir las cosas con fuerza", explica Bonafini tal vez tomando de ejemplo al Jefe de Gabinete de Ministros Aníbal Fernández que dice a quién le quiera oír cosas como estas: "La marchita que se la metan en el culo" o esta: “ Por favor, Macri es un tilingo... que haga la plaza de los tilingos que la llena.” (*) Macri. Jefe de Gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires. Tilingo: cursi.
Dirán para traspasarnos parte de responsabilidad: Hablamos así para que el pueblo nos entienda; está claro que no se pretende que reciten al Dante solo que observen lo dicho por el Gobernador Scioli: "Podemos vivir una democracia intensa, que haya mucho debate, pero todos tenemos que respetarnos más".
Las personas tienen sobre las bestias la ventaja de la palabra: pero las bestias son preferibles a las personas cuando las palabras carecen de buen sentido, o como diría doña Hebe: hablar bien, no cuesta una mierda.
BC: All Rights Reserved.
0 comentarios:
Publicar un comentario