Sabido es que entre los zancudos
que nos martirizan tanto en la playa, como en el jardín de casa, o en nuestro
dormitorio cuando queda algún resquicio donde el bichito pueda colarse la que
pica es la hembra la cual, por una cuestión de supervivencia de la especie,
necesita sangre para poder desarrollar los huevos que depositará por allí para
que de ellos salgan nuevos molestos mosquitos.
Los mosquitos son portadores de varias
enfermedades de nombres muy particulares tales como dengue, zika, chikunguña,
como también la encefalitis de San Luis y la fiebre del Nilo Occidental, sin
que esta mención sea excluyente de otras no menos peligrosas, por lo cual
siempre, siempre hay que protegerse del bichito que cuando menos se espera te penetra, la piel, en busca de
sangre de cualquier grupo y factor.
Por eso esta mamá que siempre se
preocupó de su niña, ahora una bella adolescente no entendió bien cuando la
nena le dijo así de una, sin anestesia: Mamá, estoy embarazada.
A la madre casi le agarra un soponcio
y solo alcanzó a balbucear: Mirá que te he dicho tantas veces, que soy tu madre
no tu amiga y por eso siempre te protegí, siempre.
Si mamá, pero con repelente para
mosquitos, no para mis encuentros cercanos con Alberto.
A la mamá ahora si le dio un
soponcio, pero como hoy es el día de los santos inocentes la nena riendo a
mandíbula batiente le dijo:
Es solo una broma, que la inocencia te valga,
mamá.
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