En la codicia confiamos |
Cada
ser humano que tiene destinado nacer en un lugar de América Latina
conocido en el mundo como República Argentina, nace, mejor dicho ya
desde la cópula previa a la concepción, con un virus endémico que
no ha sido posible erradicar desde el 9 de julio de 1816 hasta la
fecha.
Para
llamarlo con propiedad diría que los argentinos nacen con una
enfermedad congénita que como según nos ilustra Wikipedia “
se manifiesta desde el nacimiento, ya sea producida por un
trastorno ocurrido durante el desarrollo embrionario, durante el
parto, o como consecuencia de un defecto hereditario, o
bien todo eso junto.
Recién
es notoria en el comienzo de la edad adulta, si bien está allí
subyacente esperando el momento propicio de hacerse presente, momento
a partir del cual nos acompañará hasta la tumba, es decir que en
Argentina es un mal incurable.
Al
ser endémica ataca a todos por igual, salvo que
a muchos no les afecta tanto, pero a otros los deja hecho moco,
vulgarismo rioplatense para no utilizar el otro más vulgar “los
deja hecho mierda”
Nos
consta que han sido muchísimos los esfuerzos realizados para
erradicar esta plaga, incluso en un momento se llegó al extremo de
clonar especímenes similares para mezclarlos con los originales y
durante diez años nadie alcanzaba a distinguir cual era el verdadero
y cual el falso.
Creo
que esa década fue algo así como dice Alberto Córtez en su canción
solo una ilusión que construyó “Castillos en el aire” que
fueron volados de un soplo por los poderosos interesados que la
enfermedad siga pues para ellos es un muy buen negocio.
Y
nosotros padecientes no “pacientes”, ignorantes,seguimos
consumiendo el virus como una droga de la cual es imposible
sustraernos al punto tal que sin darnos cuenta poco a poco solo
hablamos de ello.
Hola
como dólar te va..
-Bien
verde y en alza,
Que
suerte la tuya yo ni blue, mirá
-Porque
? te pasa algo,
Si
mi mujer se fue con un “arbolito”
No
me digas¡¡
Si
el tipo cotizaba más alto. Y vos sabes como es este mercado.
Y
encima se llama George el tipo.
Ni el F.M.I te salva.
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la imagen es gentileza de oroyfinanzas.com
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