Después
de muchos años de escabrosa relación con la otra parte que le aguantó todos sus
caprichos y berrinches de manera paciente, pero que al final dijo "basta,
esto se acabó" Juan Román,
sorprendido por la tardía reacción, reaccionó a su vez de la única manera que
le quedaba disponible.
Hizo
sus petates y se marchó de Brandsen 805 en la República de la Boca, a Gavilán
2151 en el barrio de La Paternal.
Curiosa
analogía esto de "la paternal" pues Romancito se fue solo, y dejo ídem
a su padre putativo don Carlitos, quien según dicen malas lenguas, triste lo
que se dice triste no estaba, al punto que cuando le preguntaron por qué acontecían estas cosas se limitó a decir
"No sé cómo está la situación, de Riquelme no hablo"
Yo
tampoco.
Solo
reitero, para aquellos que les gustó durante años el espectáculo cabarandulesco
(anoten el neologismo) pueden seguir disfrutándolo ahora en la nueva sala de
Gavilán 2151, con la dirección de Claudio Daniel Borghi Bidos,
El Bichi che.,
El Bichi che.,
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