Cuando
escribo esto miro de soslayo el contador de la izquierda que en retroceso marca
los días que faltan para llegar al domingo 25 de octubre y así poder decidir
voto mediante quien posará sus glúteos en el codiciado sillón presidencial de Balcarce 50 que por ahora huele a
fragancia de " Tocade " de Madame Rochas, esa mezcla de
fresia, bergamota y geranio, magnolia, jazmín y otras yerbas imaginadas
por Maurice Roucel y con la cual la Sra. PresidenTe gusta perfumar su cuerpo;
supongo que allí también.
Y es
entonces que se me viene el embole encima pues de los tres principales
candidatos, dos aunque ahora traten de
despegarse, formaron parte activa de los gobiernos de la década ganada y aún
más atrás y el restante también tiene lo suyo.
Ahora
resulta que en temas como inflación, inseguridad, desempleo, falta de
viviendas, y un largo etcétera, etcétera,
ellos no tuvieron nada que ver, y lo que me embola más es que recién ahora se
dan cuenta que estos males existen pero ellos tienen la receta mágica que los pondrá en su lugar a partir del 11 de
diciembre.
Que
quitaremos el cepo, construiremos viviendas, los jubilados cobrarán el 82%
móvil, llegarán inversiones, los corruptos irán a la cárcel, terminaremos con
la inseguridad, los narcos serán abatidos (es un decir) cuestiones elementales
que cada uno en lo suyo no logró hacer hasta el momento.
Entonces
?
Andrzej
Sapkowski escritor polaco dijo alguna vez: "Si tengo que elegir entre un
mal y otro, prefiero no elegir en absoluto."
El
problema que aquí elegir, es obligatorio.
Tengo
un embole ¡
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