San António María Claret |
Quería yo hacer una rogativa,
simple, sencilla, de poca monta diría, y entonces cómo era tan simple y
sencilla digo con el santo del día bastaría.
El día en el cual yo deseo hacer
la rogativa le corresponde (entre otros) a San Antonio María Claret, obispo que nació en
1807 en Sallent un lugar muy bonito en
la provincia de Barcelona, España.
Como el hombre no nació santo le
llevó 143 años alcanzar esa posición cuando el entonces Papa Pio XII, lo
proclamó Santo el 7 de mayo de 1950.
Dijeron de él que era “De apariencia modesta, pero
capacísimo de imponer respeto incluso a los grandes de la tierra. Fuerte de
carácter, pero con la suave dulzura de quien conoce el freno de la austeridad y
de la penitencia”
Diría yo, el perfil justo.
Diría yo, el perfil justo.
Este introito tiene que ver
porqué por más santo que sea un poco de melaza al ego le hace bien a cualquiera
y como yo vengo a tirar la manga, mi parte de sangre argentina me lo dicta.
Dicho lo necesario vamos a la
rogativa que sería más o menos así: “San Antonio María Claret, ruego por tu
intermedio que el día domingo 25 de octubre de 2015, todos los
ciudadanos que concurran a cumplir con el cívico deber de depositar su sufragio
para elegir un nuevo Presidente, lo hagan por quien consideren como el más
apto, pero, y aquí te pido que los ilumines, para que aquel a quien elijan
reúna el menos alguna de estas condiciones:
-Que inmediatamente asuma su
condición de Presidente, lo haga para representar y procurar el bienestar de
todos los argentinos, no solamente de quienes le dieron su voto.
Para ponerlo más claro, que se
saque la camiseta del partido al cual pertenece y gobierno para todos los
ciudadanos del país, sin excluir a aquellos que no lo votaron.
Que lo suyo se limite a lo
establecido en la constitución nacional y las prioridades que el país necesite procurando beneficiar al
conjunto de la sociedad y no a determinados sectores.
Que entienda claramente que ser
Presidente no es ser patrón de estancia del siglo XVIII y que hay dos poderes
más (legislativo y judicial) que forman el trípode en el cual se basa el
sistema democrático.
Que no nos jorobe a cada rato con
cadenas nacionales, que más se parecen a “condenas nacionales”
Que si tiene la desgracia que se
muera su perrito, no se pase todo el tiempo hablando de Él (perrito) y que sepa
separar los asuntos de Estado de los personales.
Que no haga de maestro ciruela,
tipo todo lo sé, que el idioma con las válidas variantes lo venimos utilizando
desde que los pedos se tiraban con la honda, es decir hace mucho, y que todos
significa eso TODOS, TODOS, TODOS.
Que las cosas establecidas están
así desde tiempos inmemoriales; que Colón fue un navegante genovés que hizo lo
que hizo, que Juana Azurduy fue una señora boliviana esposa de un terrateniente
que luchó por lo suyo,
Que si tengo ganas de comprar
dólares, yenes, euros, rupias, o porotos no tenga que pedir permiso al
funcionario de turno.
Que si privatiza una empresa del
Estado (tipo YPF) y luego la renacionalizan, el producto no me cueste más caro
que cuando la manejaban capitales extranjeros. Con Repsol la nafta costaba 4.80
con YPF nacional nuestra, tuya y
mía (de acá) me cuesta 15.00 pesos.
Huy, paro por que entró un cura a
la capilla.
Se acerca a mí.
Me dice: Hermano, Ud. hace rato
que le habla a San Antonio María Claret, y el Santo está un
poco engripado, le agradecería que vuelva en otro momento. Diría la semana que
viene, luego de las elecciones pues la
Iglesia permanecerá cerrada.
Me sonrió, puso ambas manos
agarrando sus muñecas, como diciendo, raja de acá, yo entendí, hice todos los
movimientos que se deben hacer para abandonar un recinto sagrado y me fui a la
calle donde un retrato de Scioli, Macri y Massa, en la placita de enfrente,
juntos haciendo la “V” de la victoria parecían decirme: Ni Claret, te salva de
alguno de nosotros.
Encima, justo comenzó a llover.
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