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sábado, 22 de mayo de 2010

Allá lejos y hace tiempo: 

LA FIESTA DEL CENTENARIO DE MAYO

El acontecimiento cumbre de 1910 fue la celebración del Centenario de la Revolución de mayo. Llegaron a Buenos Aires representaciones diplomáticas de todo el mundo.
Ningún país dejó de asociarse al júbilo de los argentinos en esa fecha memorable. Se organizaron, como es natural, recepciones de gala, funciones teatrales extraordinarias  en honor de los huéspedes y en una muestra internacional, expusieron la mayoría de los países del mundo.
Las colectividades extranjeras se hicieron presentes en la celebración con obsequios que quedaron como recuerdos perennes, tales como el Monumento de los Españoles, el de Francia y muchos otros, que la Capital luce ahora con legítimo orgullo. Se inaugura ese año con la presencia del primer mandatario Dr. Figueroa Alcorta, el Presidente de Chile y el Embajador de los Estados Unidos, el monumento al Ejército de los Andes, base del monumento al General San Martín.
Ese día se exaltaron los viejos sentimientos nacidos al calor de la gesta emancipadora y mantenidos invariablemente por los pueblos representados por sus respectivos mandatarios en el solemne acto. Puede decirse que los festejos duraron todo el año. El desfile militar del 25 de mayo, se realizó ante la presencia de 50 países. Pero hubo un hecho que quedó en el recuerdo de los argentinos como un verdadero acontecimiento: la visita de la Infanta Isabel de Borbón, hermana del ex rey de España Alfonso XII y tía de Alfonso XIII, a la sazón soberano reinante.
Fue la única mujer que en esa oportunidad invistió el carácter de Embajadora. España nos enviaba su más elevada y gentil representación. Se le hizo un recibimiento apoteótico. La nave Alfonso XII en que viajó la ilustre visitante, fue recibida en el puerto por una enorme y entusiasta multitud, que vitoreaba ruidosamente a la Argentina y España. La Sarmiento se hallaba anclada en el puerto totalmente empavesada con su tripulación en los mástiles y enarbolando el pabellón de Castilla.
La Infanta Isabel descendió del barco del brazo del Intendente Municipal.
Al pie de la planchada, esperaban el Presidente de la Nación y miembros del cuerpo diplomático.
Sobre el puerto, el pueblo. Puede decirse que todo el pueblo de Buenos Aires se había volcado allí para darle la bienvenida a la ilustre dama. Las avalanchas rompieron los cordones policiales.
Aquello era la apoteosis. Se organizaron numerosos actos en su honor. Pero a la Infanta Isabel le interesaban las fiestas criollas Quería conocerlas. Le dio la oportunidad la visita a una estancia, en cuya entrada la esperaban cien gauchos a caballo con sus mejores pingos, aperos de lujo y prendas de plata. Sus bailes criollos entusiasmaron a la Infanta. Uno de los actos más simpáticos y que más emocionó a la augusta visitante, fue el desfile de españoles por la calle donde estaba ubicada su residencia. Desde los balcones, la Infanta Isabel presenció con lágrimas en los ojos aquel imponente desfile de compatriotas que fue para ella, seguramente, un espectáculo inolvidable.
Andando los años, recordaría con cariño y emoción aquellos agasajos y las reiteradas pruebas de afecto que recogiera durante su estada en nuestro país.
De esta manera se unieron en el Centenario las naciones protagonistas del acontecimiento secular, para reafirmar una amistad que, sin olvido de pasadas glorias para ninguna de ellas, se hizo firme y perdurable.
(*) La Razón. Suplemento 75 años ( 1980)

Aquí y ahora: mayo 2010

El macrismo volvió a pedirle a Cristina que vaya a la reinauguración del Colón.

Cristina-Macri, papelón Bicentenario:

En tajante misiva, la Presidenta le anunció al jefe de Gobierno porteño que no irá al Colón. Es "por la increíble catarata de agravios recibidos" que no le permiten asistir a "una mera ceremonia de cinismo e hipocresía". (**)
(**) Diario Perfil
                                                                                          
Algunas fotos del 25 de mayo de 1910:
                                                           Enrique Pinti:

LA REVOLUCION DE MAYO Y EL PAIS COLONIAL

Enrique  Pinti, reconocido autor, actor, humorista y director, es un agudo observador de la realidad política y social de de su país, Argentina.
Representó durante varios años en el Teatro Liceo de Buenos Aires, una de sus más logradas actuaciones: "SALSA CRIOLLA"; yo vivía por aquellos años en el barrio de Congreso en la Capital  Federal, y lo que sigue es una recopilación de dos pasajes de la obra mencionada, referidos a la Revolución de Mayo en primer término, y luego su visión sobre el País colonial.
"Escarapelas, escarapelas..¡¡Que revolución tan tranquila ésta. Y yo que me había imaginado una guillotina en la plaza, como en París, ¿ viste ?, pero a quién vamos a guillotinar ? En realidad muy bien no se sabe. ¿Al virrey? Pero..¿que virrey?  Si en España no hay rey. ¿Virrey de que rey es este virrey Cisneros ? En España invadió Napoleón, así que acá en Buenos Aires, los criollos hacemos la revolucíón para defender al rey....suena a disparate, pero es nuestro estilo che...Leemos todo, nos informamos de todo, porque a cultos nadie nos gana, ¿viste? Pero después lo hacemos a nuestra manera, que no se sabe muy bien cual es, pero ya irá saliendo todo sobre la marcha ¿viste ?.  Es nuestro estilo de vida !Somos un pueblo tan joven.¡



"El país colonial"
Esto de darle la razón a todo el mundo y hacer lo que uno quiere, forma parte del discreto  encanto de la burguesía del Cono Sur.
Yo les voy a demostrar como se puede estar de acuerdo con dos posiciones al mismo tiempo.
El señor tiene razón en eso de que somos colonia, y ud. tiene razón en eso que somos País.
En realidad somos un país colonial, hablamos español, leemos francés, somos europeos con un pequeño toque indiano, no tan pronunciado como en el resto de América.
Nuestro toque gaucho nos hace más melancólicos que los españoles, menos salvajes que los indios y no tan sofisticados como los franceses.
O sea que estos indios gauchescos de tez blanca que piensan en francés y hablan español forman parte de lo que no podríamos llamar País, por que sería demasiado y  no podríamos llamar colonia porque sería muy poco.
Y esto es la frutilla del postre:  pasan caminando por la escena, un estanciero, un fraile y un milico.
-Adonde van ?
-Al Congreso de Tucumán, a declarar la Independencia¡¡
-Un estanciero, un milico y un fraile ¡ !Entonces la cosa está confirmada, porque este trío no se equivoca nunca.
SI ESTE NO ES EL PUEBLO.......¡ El pueblo: ¿donde está ? (Telón)

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