Cuantas veces ha necesitado Ud. de una persona para que realice alguna tarea ligera en su casa, como quitar las malezas del jardín, pintar una pared o una pequeña cerca, limpiar un patio a alguna otra tarea similar, y no encontró quien pudiera hacerlo. Muchas verdad ?
Este comentario parte de la frase popular por todos conocida "El trabajo es Salud" y de la respuesta a ella "Entonces que trabajen los enfermos" que parece cosechar más adeptos que la otra.
El asistencialismo del Estado ha producido también , que quienes antes realizaban estas tareas, dediquen su tiempo a visitar distintos entes oficiales que se ocupan de estas asistencias, con lo cual no queda tiempo ( y ganas, menos ) para hacer otra cosa.
Félix Hidalgo, escribió allá por el año 1885, los versos que transcribo a continuación y que titulara: LOS ATORRANTES.
Hay muchos en este pueblo
como los habrá en todas partes,
que andan buscando trabajo y les llaman atorrantes.
Siempre les oirán decir: no me puedo colocar
los tiempos están tan malos, que no hay en que trabajar.
Pero si Ud. los precisa y los viene a conchabar, lo primero
que preguntan es..."Cuanto me va a pagar" ?
Y que clase de trabajo es el que tiene que hacer,
si es pesado o es liviano, y que tiempo hay para comer.
Pero que Dios nos asista si les nombra en la ocasión
algún trabajo pesado o de baja profesión.
Al momento hay una excusa y le dicen muy ufanos:
"No puedo por el momento, tengo un negocio entre manos".
Y de este modo la pasan, comiendo yo no se cuando
con el cuellito parado y la barriga chiflando.
Y de éstos hay algunos que tienen mujer e hijos
y no por eso se apuran a hacer algún sacrificio.
Pero la mujer trabaja de cocinera o planchando
mientras el marido pasa por las calles atorrando.
Y si alguno considera que estoy mal apercibido
podría nombrar a muchos en prueba de lo que digo.
Pero suprimo los nombres, porque es prueba muy
palpante y son muy bien conocidos estos tales
Atorrantes.
Esta diría es la parte risueña y está dirigida a los que le esquivan al trabajo como sapo a la cortadora de césped ; la otra la seria y más grave, es que hay muchísima gente que busca y no puede encontrar trabajo, y esta es una responsabilidad de los políticos que cuando necesitan el voto se acuerdan de los ciudadanos, y hasta los visitan en su casa y se interiorizan sobre sus problemas.
Luego de asumir, los olvidan de inmediato y arman su buena estructura personal beneficiando a familiares, amigos, amantes y punteros, borrando rápidamente de sus mentes el principio constitucional que dice que su tarea debe basarse entre otras cosas en promover el bienestar general de la población.
Pero poco a poco el ciudadano va individualizando a estos trepadores de la política y en cada elección general, le toca el turno al pueblo corregir con su voto esto que no debiera ocurrir o al menos con tan altos índices de desocupación.
BC
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