Le pregunté a Francisco;
El Papa, no, un vecino
que como tiene más años que la injusticia pensé que podría darme alguna pista,
alguna precisión tal vez.
Pero no.
Me dijo: Mirá en todos
estos años que tengo, jamás vi una cosa inexplicable como esta.
Bueno tanto como
inexplicable, tampoco es tan así Francisco.
A vos te parece? mirá, sabemos que las mujeres son quilomberas por
antonomasia, pero, lo de hoy....
Si es verdad, alguien se preguntaba: qué pasaría si toda esta gente que hoy está aquí,
apoyando fanáticamente, prepoteando,
gritando y cantando consignas perimidas por así entender que lo suyo es lo
verdadero, lo válido, y todo lo demás por el contrario es propio de vende
patrias; si dejara que la Justicia actuara
sin presiones y luego de un trámite enmarcado con absoluta prescindencia
y justicia determinara que aquellos a
quienes hoy apoyan son culpables de haberles robado descaradamente?.
Sin dudas sería una gran desilusión
de la cual les costaría recuperarse o bien se olvidarían y pasarían a
apoyar a algún otro, como parece ser la
forma instaurada en estos últimos años.
Nos quedamos en silencio
en la estrecha ronda de mate.
Pensé, seguramente son
interferencias solares, algo imperceptible que los trastoca desde el dedo gordo
del pie hasta la hipófisis y desde allí hasta el coxis.
Solo así se explican
algunas cosas que han sucedido por estos días en esta ciudad alguna vez llamada
"Santa María de los Buenos Aires"
0 comentarios:
Publicar un comentario