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jueves, 28 de diciembre de 2017

De ninfas y zancudos.

Sabido es que entre los zancudos que nos martirizan tanto en la playa, como en el jardín de casa, o en nuestro dormitorio cuando queda algún resquicio donde el bichito pueda colarse la que pica es la hembra la cual, por una cuestión de supervivencia de la especie, necesita sangre para poder desarrollar los huevos que depositará por allí para que de ellos salgan nuevos molestos mosquitos.

Los mosquitos son portadores de varias enfermedades de nombres muy particulares tales como dengue, zika, chikunguña, como también la encefalitis de San Luis y la fiebre del Nilo Occidental, sin que esta mención sea excluyente de otras no menos peligrosas, por lo cual siempre, siempre hay que protegerse del bichito que cuando menos  se espera te penetra, la piel, en busca de sangre de cualquier grupo y factor.

Por eso esta mamá que siempre se preocupó de su niña, ahora una bella adolescente no entendió bien cuando la nena le dijo así de una, sin anestesia: Mamá, estoy embarazada.

A la madre casi le agarra un soponcio y solo alcanzó a balbucear: Mirá que te he dicho tantas veces, que soy tu madre no tu amiga y por eso siempre te protegí, siempre.
Si mamá, pero con repelente para mosquitos, no para mis encuentros cercanos con Alberto.

A la mamá ahora si le dio un soponcio, pero como hoy es el día de los santos inocentes la nena riendo a mandíbula batiente le dijo:

Es solo una broma, que la inocencia te valga, mamá.


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