Justo ahora a mí se me ocurre hacer unas refacciones en casa, y para ello es necesaria la participación de gente especializada y también de insumos.
Con la gente llegue a un razonable acuerdo pero cuando quise comprar los elementos necesarios para efectuar los trabajos, choque contra una muralla que repelía cualquier intento de compra que fuera más allá de los siguientes treinta minutos.
Grafico con un email de una reconocida empresa de materiales de construcción que hoy a las 11 a.m. indicaba ante una consulta mía: En estos momentos.. debido a la situación económica vigente no podemos congelar precios para realizar transferencias... el pago es únicamente DE CONTADO efectivo en nuestros locales. Los precios del día lunes 27 deberán consultarse en el momento de la compra.
Me quedé con la boca abierta como si a través de mi ventana viera pasar a las tres mujeres más bellas del mundo, en cueros y tirándome…besitos.
Me pregunté: Esto será consecuencia de la medida de ayer de soltar un poco el cepo, y la gente toda se enloqueció de golpe igual que en 1989 cuando sucedía esto,
“ ¿Esa fiebre por comprar dólares que parecía no calmarse se debió a la gente común (asalariados, amas de casa, jubilados entre otros) que acudía masivamente a las casas de cambio a reemplazar sus australes sin valor por dólares fuertes? Desmitificando esta idea instalada desde siempre: el mercado cambiario -antes, ahora- no eleva su temperatura por personas que forman largas filas para comprar 200, 300, 500 o más dólares (el comúnmente llamado “chiquitaje”) sino por grandes empresas, grupos, holdings, que en una mañana son capaces de adquirir decenas de millones de dólares.
Claro que atrás, lejos, cuando la suerte de la devaluación está echada, las familias intentarán preservar sus ahorros dolarizándolos.
Los argentinos, acostumbrados desde varios años atrás a la inflación alta, experimentaban por primera vez la hiperinflación. Este fenómeno se da cuando hay un proceso acelerado de aumento del nivel general de precios, en que los agentes económicos (consumidores, empresarios entre otros) pierden noción del valor real de las mercancías porque éste se eleva en tal magnitud y con tanta rapidez que no permite determinar una relación de equivalencia cierta con la moneda.
Juan Carlos Pugliese, histórico dirigente de la UCR, ex Ministro de Economía durante la presidencia de Arturo U. Illia y Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación desde 1983 fue convocado para ocupar el Ministerio de Economía justo en el momento de mayor efervescencia.
Nada pudo hacer porque evidentemente la situación era incontrolable. En esos
días -durante una rueda de prensa- cuando se le preguntó por la escalada del dólar pese a su exhortación a quienes mantenían en estado de ebullición el mercado cambiario, para que reduzcan los niveles de compra, pronunció una frase que quedó grabada para los tiempos no sólo por la simpleza de sus términos sino también por lo sincera y directa que fue: “les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo”.*
Otra época, otros personajes, igual país, igual confusión económica, el ’89 como el 2014
como un retrato recién hecho por Discépolo al cual titularía: El mundo fue y será una porquería y esto que nos pasa un elocuente ejemplo.
Pero muchachos, yo como la PresidenTe me voy pa, La Habana donde el ritmo del caribe nos hará olvidar del dólar, la inflación, los precios en alza y toda esta cosa que solo es producto de la imaginación de aquellos que critican todo. Hasta las estampillas conmemorativas de la década ganada.
Por favor¡¡¡¡
El video es propiedad de Alquimia la Sonora del XXI
*fuente:Marcelo A. Krikorian
La
hiperinflación de 1989/90. Aportes y reflexiones
sobre un episodio que marcó la historia
argentina (UNLP)
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