Quizá porque el amor siempre es
una cosa esplendorosa, entre él y ella, entre Uds. dos iguales, o diferentes,
entre el rico y la pobre, o viceversa, entre el joven y la veterana o
viceversa, entre etnias diferentes, ponele el rótulo que quieras, siempre el
amor es una cosa esplendorosa, salvo……….
Cuando tenés que pedir permiso
para todo, para empezar un almuerzo, para terminar el almuerzo o para ir al “bathroom”
porque el ilustre trasero de quien necesita alzarse de la mesa lo pide
imperiosamente.
Pienso que Harry, imaginó su
romance con la hermosa morocha Meghan, tal como lo narró con tanta finura
Federico García Lorca al decir:
“Fue la noche de Santiago y casi por
compromiso. Se apagaron los faroles y se encendieron los grillos. En las
últimas esquinas toqué sus pechos dormidos, y se me abrieron de pronto como
ramos de jacintos. El almidón de su enagua me sonaba en el oído como una pieza
de seda rasgada por diez cuchillos. Sin luz de plata en sus copas los árboles
han crecido, y un horizonte de perros ladra muy lejos del río.
Pasadas las zarzamoras, los
juncos y los espinos, bajo su mata de pelo hice un hoyo sobre el limo. Yo me
quité la corbata. Ella se quitó el vestido. Yo el cinturón con revólver. Ella
sus cuatro corpiños. Ni nardos ni caracolas tienen el cutis tan fino, ni los
cristales con luna relumbran con ese brillo. Sus muslos se me escapaban como
peces sorprendidos, la mitad llenos de lumbre, la mitad llenos de frío. Aquella
noche corrí el mejor de los caminos, montado en potra de nácar sin bridas y sin
estribos. No quiero decir, por hombre, las cosas que ella me dijo.
Si bien la chica de nuestra
historia digamos, acusaba algunos kilómetros recorridos, se podría decir que
estaba en buen estado general, nunca taxi cuando fue pasada por el scanner de
la corona, que incluso husmea en la primer noche que el mojón que se coloca en
esa ocasión penetre lo suficiente como para que nadie tenga dudas posteriores.
Tal vez por eso la reina madre
Isabel II hace y deshace a su antojo, porque alguna espina tiene respecto de la
agraciada ex estrella de televisión (me vi las ocho temporadas de Suits, aun
que confieso que me gusta más Alicia
Florrick) y ejerciendo su incuestionable poder ,ahora dice que el futuro
primogénito/ta del colorado y la morocha no podrá ser ni príncipe ni princesa
si ella no le otorga algo que el finado Rey George instituyó allá por el
año 1917.
Que
pelutudez eso de ser monarca no tienen libertad ni para ir al baño y encima cuando se deciden a ser padres, sus descendientes (los de esta parejita) deben pasar por una especie de Revisión Técnica Monarcal porque no
podrán ser considerados príncipe o princesa de acuerdo a una vieja ley
establecida por su tátara-tátarabuelo Jorge V en 1917.
El recién nacido no alcanzará este grado a menos que la reina firme las
llamadas "cartas patentes"
Supongo que
después vendrán otros controles, cada equis años o kilómetros recorridos, no podrán usar lentes polarizados y deberán realizar el grabado indeleble del número de
dominio que le corresponda de acuerdo al antojo del soberano de turno,
supongo que atrás, claro, justo allí para que sea bien fácil de constatar.
Alex Pimentel es un poeta y
escritor peruano que acuñó esta frase sobre las monarquías: “Creen
que tienen sangre azul, creen que son representantes de Dios en la tierra,
creen que estamos recién en la creación y que nosotros somos sus esclavos,
creen que tienen la llave para ir al cielo, pero no saben que el pueblo tiene
las llaves para ir a dónde quiera.”
La imagen es propiedad de kathleenhalme.com/
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