Sin entrar a analizar si Adán por aceptar la famosa manzana nos jorobó la existencia para toda la cosecha, o si todo es puro cuento como el que está en boga ahora, “que una gran mayoría de las mentes brillantes que reconoce la humanidad, eran homosexuales “ algo tan difícil de aseverar como comete la manzanita que no pasa nada, nunca antes en Argentina se ha dado tanta difusión a un tema que viene siendo fogoneado por periodistas ( el ejemplo más notorio es el culturoso Víctor Hugo Morales, que más que periodista deportivo parece integrante del consejo directivo de la CHA (Comunidad homosexual Argentina) que tratan el tema con frecuencia diaria desde hace varios meses.
No se queda atrás el gobierno a través del ex-presidente Kirchner (actual príncipe consorte) y mucho menos el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) que si bien sería quien tiene más entidad para ocuparse del tema, organiza veladamente cosas como esta que publicita en su página oficial: “Este martes 13 de julio, de 20 a 20.30hs se llevará a cabo en todo del país la actividad denominada “Ruido por la Igualdad”. Los organizadores (?) convocan a participar haciendo “ruido por la igualdad con lo que tengas a mano: bocinas, trompetas, vuvuzelas, cacerolas, cornetas. Por una Argentina más igualitaria. Apoyemos el matrimonio entre personas del mismo sexo”.
Para refrescar mi memoria busqué cuales son los objetivos principales del INADI en la parte institucional de la mencionada página y me encontré que solo hay un apartado entre los objetivos del Instituto que habla de:
“Diseñar e impulsar campañas educativas y comunicacionales tendientes a la valorización del pluralismo social y cultural, y a la eliminación de actitudes discriminatorias, xenófobas o racistas.”
Diseñar e impulsar campañas educativas me parece, nada tiene que ver con lo realizado en los variados spots publicitarios donde se convocó a conocidos rostros del cine y la televisión (hechos con dinero de todos nosotros ciudadanos contribuyentes) como lo demuestra el que yo denomino “teoría del sifón” y que Ud. encontrará al pié de este comentario donde un locutor con voz orgásmica, nos dice a nosotros los que pensamos de manera diferente, a los que les interesa pero no tanto y a quienes les importa un pito, que si no apoyamos el matrimonio homosexual, somos todos discriminadores.
Y aquí viene donde surge la pregunta: no seremos nosotros las víctimas de algún abuso de poder, al utilizar el Estado medios para influenciar (NO INFORMAR) la actitud que debiéramos asumir ante una situación que estimo no alcanza a un porcentaje significativo de total de la población del país, sin que ello vaya en desmedro de ninguna minoría ?
Han dicho que sobre esta cuestión en el ámbito legislativo los legisladores pueden excusarse alegando “objeción de conciencia” pero todos sabemos que muchos votarán llegado el momento afirmativamente por una cuestión de “obediencia debida”.
Lo justificarán después diciendo “y que querés, eran compromisos de campaña y el año que viene hay elecciones y no estamos para regalar votos.”
Desde que Caín asesinó a Abel por un plato de lentejas, el hombre viene alterando el orden natural, lo hace con la naturaleza contaminado ríos y mares, desertificando talando indiscriminadamente, envenenando napas subterráneas con la minería, produciendo y comercializando droga que mata a miles de personas a diario por todo el planeta, y también alterando el orden natural de las sociedades con medidas y leyes que califican como superadoras y benéficas para toda la sociedad, cuando solo interesa a un determinado sector.
Será buenos entonces, acordarse el próximo año de los políticos ahora preocupados por “no estamos para regalar votos” que nosotros tampoco los regalaremos y esperemos que al no votarlos por colaborar en alterar el orden natural no se sientan discriminados.
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