La culpa puede ser la
resultante de una acción u omisión que provoca un sentimiento de
responsabilidad por un daño causado.
O bien, una omisión de la
diligencia exigible a alguien, que implica que el hecho injusto o dañoso
resultante, motive su responsabilidad civil o penal.
Tan así como, errar es
humano, pero echarle la culpa a otro es divino, máxime cuando no se encuentran
argumentos válidos para justificar el error o la omisión.
Entonces se recurre a
artilugios cargados de hipocresía y demagogia tratando de demostrar que
si hay una culpa no es
por causa de mi negligencia o impericia; la culpa es de los otros.
Y entonces recurro a la
argucia, es más, a la argucia emocional (que la mayoría de las veces da
resultado) y levanto la voz y gesticulo, en ocasiones esbozo una sonrisa, y
recurro luego al sostén del aplauso fácil de mi corte de obsecuentes, algo que
hacen con entusiasmo digno de elogio cada vez que les miro como diciéndoles: Ahora.
Si es necesario utilizo a
otras personas de buena voluntad, honestas, desinteresadas, y resalto esos
valores pero con el solo fin de, en algún momento, decir lo que realmente he
venido a decir, lo que a mí realmente me interesa.
Y lo hago de esta forma:
Video gentileza de:www.youtube.com/user/telesurtv
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