La Mona Jimènez,Paul McCartney fotomontaje Chucherias
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Córdoba es una de las provincias más lindas de la República Argentina, en todo, desde sus paisajes, sus mujeres, su música, sus comidas, y con un plus agregado en toda su gente: el humor y la cadencia en el hablar.
Soy cordobés, y ando sin documentos porque llevo el acento de córdoba capital.
decía el Potro Rodrigo en una de sus canciones más recordadas “soy cordobés”
Así lo entendió Sir James Paul McCartney, ex-integrante del conjunto musical más famoso de los últimos cien años que dejó de lado la “flema inglesa” es decir el ser muy ceremonioso, muy serio, elegante, parsimonioso, para contagiarse un poco de la alegría cordobesa y expresar en su saludo inicial “Hola culiados”
El significado lo conocemos todos así que pasemos a la página siguiente:
Culiados tiene una directa relación con una parte de la anatomía de los humanos que según Francisco de Quevedo y Villegas un señor que vivió allá entre 1580 y 1645 resulta ser algo no considerado en la medida de sus altos merecimientos.
Dice al respecto Francisco de Quevedo y Villegas:
“No se espantarán de que el culo sea tan desgraciado los que supieren que todas las cosas aventajadas en nobleza y virtud, corren esta fortuna de ser despreciadas de ella, y él en particular por tener más imperio y veneración que los demás miembros del cuerpo; mirado bien es el más perfecto y bien colocado dél, y el más favorecido de la naturaleza, pues su forma es circular como la esfera, y dividido en un diámetro o zodíaco como ella. Su sitio es en medio como el del sol; su tacto es blando: tiene un solo ojo, por lo cual algunos le han querido llamar tuerto, y si bien miramos, por esto debe ser alabado, pues se parece a los cíclopes, que tenían un solo ojo y descendían de los dioses del ver.
El no tener más de un ojo es falta de amor poderoso, fuera de que el ojo del culo por su mucha gravedad y autoridad no consiente niña; y bien mirado es más de ver que los ojos de la cara, que aunque no es tan claro tiene más hechura.
El no tener más de un ojo es falta de amor poderoso, fuera de que el ojo del culo por su mucha gravedad y autoridad no consiente niña; y bien mirado es más de ver que los ojos de la cara, que aunque no es tan claro tiene más hechura.
Si no, miren los de la cara, sin una labor, tan llanos que no tienen primor alguno, como el ojo del culo, de pliegues lleno y de molduras, repulgo y dobladillos, y con una ceja que puede ser cola de algún matalote, o barba de letrado o médico. Y así, como cosa tan necesaria, preciosa y hermosa, lo traemos tan guardado y en lo más seguro del cuerpo, pringado entre dos murallas de nalgas, amortajado en una camisa, envuelto en unos dominguillos, envainado en unos gregüescos, abahado en una capa, y por eso se dijo: “Bésame donde no me da el sol".
Y no los de la cara, que no hay paja que no los haga caballeriza, ni polvo que no los enturbie, ni relámpago que no los ciegue, ni palo que no los tape, ni caída que no los atormente, ni mal ni tristeza que no los enternezca.
Lléguense al reverendo ojo del culo, que se deja tratar y manosear tan familiarmente de toda basura y elemento ni más ni menos; demás de que hablaremos que es más necesario el ojo del culo solo que los de la cara; por cuanto uno sin ojos en ella puede vivir, pero sin ojo del culo ni pasar ni vivir...............
Fuera de que el ojo del culo es uno y tan absoluto su poder, que puede más que los de la cara juntos.
¿Cuándo se ha visto que las irregularidades se metan con el ojo del culo?
Lo otro, su vecindad, es sin comparación mejor, pues anda siempre, en hombres y mujeres, vecino de los miembros genitales; y así se prueba que es bueno, según aquel refrán: “Dime con quién andas, y te diré quién eres.”
Él se acredita mejor con la vecindad y compañía que tiene que no los ojos de la cara, que éstos son vecinos de los piojos y caspa de la cabeza y de la cera de los oídos, y los mocos de la naríz cosa que dice claro la ventaja que les hace el serenísimo ojo del culo.”
Entonces aquellos que sintieron que el caballero de la reina James Paul se convirtió luego de aquel saludo en un ordinario artista de piringundines no conocen Córdoba, no han leído a Quevedo y Villegas y desconocen que todo tiene sus matices como los colores primarios cordobeses:
Verde boteia,
Amarillo patito,
Negro culo,
Soy cordobés, me gusta el vino y la joda y lo tomo sin soda.......................,
quien se ha tomado todo el vino......,
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