Todos conocemos aquello de "Usamos 17
músculos para sonreír y 43 para fruncir el ceño," por lo que por una mera
cuestión de ahorro de energía, o dicho de otra manera por vagancia, les
propongo sonreír o al menos intentarlo utilizando solo 17 músculos dejando
reposar a los 26 restantes y así envejecer con menor prisa con estos dos
"cuentitos breves" que me han sido enviados por los amigos de Geomundos.
Cuentito uno:
"Una pareja de esposos estaba cenando en
un restaurante, cuando observan entrar a un amigo de ambos acompañado de una
desconocida.
La señora le comentó a su esposo:
- Ese que entró es Juan, pero esa no es su
esposa....
- No, es una amante que él tiene - dijo el
hombre calmadamente.
La mujer comenzó a criticar la actuación de
su amigo y el esposo la paró en seco diciéndole:
- No te metas en esos asuntos, deja que los
otros vivan su vida.
Los esposos siguen cenando, cuando se acerca
a ellos una chica guapísima que le dice al marido:
- Oye, me dejaste esperando ayer.....yo
estaba tan cachondita, malo.
- Sí, se me presentó un problema, pero paso por tu casa hoy.
- O.K. nos vemos- dice la chica, retirándose
de la mesa ante el asombro de la esposa, que le pregunta enseguida al marido:
- ¡¿Y esa, quién es?!
- Ésa, es mi amante.
La mujer se puso como el diablo y comenzó a
decirle improperios al marido, pidiéndole hasta el divorcio
- No hay problema, yo te doy el divorcio.
Pero recuerda que la casa, el coche y el negocio están a mi nombre. También olvídate
de los viajes a Europa y de las tarjetas de crédito, tus SPA, el terapeuta, las
compras en N.Y., la casa del valle, tu BMW, el chofer y la pensión de tu
madre....
La mujer se calmó y después de analizar la
situación le dijo cariñosamente al esposo:
- "Nuestra amante es muchísimo más
bonita que la de Juan"
Cuentito dos:
"Un tren choca con un autobús lleno de
monjas y todas fallecen.
Como corresponde a quienes han dedicado su
vida a la fe, llegan al cielo y tratan de entrar pero en la puerta esta San
Pedro que les dice:
- cálmense hermanas, por favor, formen una
fila y contesten a mi pregunta.
A ver,
Sor Marcela, has tocado un pene alguna vez?"
-Uuhhhhhmmmm .....bueno..... pues solo una
vez y fue con la punta de este dedo.
- Está bien - dice San Pedro - Mete la punta
de tu dedo en el agua bendita y pasa.
- A ver Sor Camila , ¿has tocado un pene
alguna vez?
- ...Pues sí, pero solo lo agarré un poquito
con la mano izquierda..
- Bueno mete tu mano izquierda en el agua
bendita y pasa.
En eso se oye un tremendo alboroto y una de
las monjas empujando, por fin logra llegar hasta San Pedro.
- ¿Pero por que tanto alboroto hija mía?-
dice un sorprendido San Pedro.
- Mire Don Pedro; si tengo que hacer gárgaras
con agua bendita, ¡¡quiero hacerlo antes de que Sor Eugenia meta el culo...!!
Sonríe......, la vida es breve.
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