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lunes, 14 de junio de 2010

Sin trabajo





Cuantas veces ha necesitado Ud. de una persona para que realice alguna tarea ligera en su casa, como quitar las malezas del jardín, pintar una pared o una pequeña cerca, limpiar un patio a alguna otra tarea similar, y no encontró quien pudiera hacerlo. Muchas verdad ?
Este comentario  parte de la frase popular por todos conocida "El trabajo es Salud" y de la respuesta a ella "Entonces que trabajen los enfermos" que parece cosechar más adeptos que la otra.
El asistencialismo del Estado ha producido también , que quienes antes realizaban estas tareas, dediquen su tiempo a visitar distintos entes  oficiales que se ocupan de estas asistencias, con lo cual no queda tiempo  ( y ganas, menos ) para hacer otra cosa.
Félix Hidalgo, escribió allá por el año 1885, los versos que transcribo a continuación y que titulara: LOS ATORRANTES.
Hay muchos en este pueblo
como los habrá en todas partes,
que andan buscando trabajo y les llaman atorrantes.
Siempre les oirán decir: no me puedo colocar
los tiempos están tan malos, que no hay en que trabajar.
Pero si Ud. los precisa y los viene a conchabar, lo primero
que preguntan es..."Cuanto me va a pagar" ?
Y que clase de trabajo es el que tiene que hacer,
si es pesado o es liviano, y que tiempo hay para comer.
Pero que Dios nos asista si les nombra en la ocasión
algún trabajo pesado o de baja profesión.
Al momento hay una excusa y le dicen muy ufanos:
"No puedo por el momento, tengo un negocio entre manos".
Y de este modo la pasan, comiendo yo no se cuando
con el cuellito parado y la barriga chiflando.
Y de éstos hay algunos que tienen mujer e hijos
y no por eso se apuran a hacer algún sacrificio.
Pero la mujer trabaja de cocinera o planchando
mientras el marido pasa por las calles atorrando.
Y si alguno considera que estoy mal apercibido
podría nombrar a muchos en prueba de lo que digo.
Pero suprimo los nombres, porque es prueba muy
palpante y son muy bien conocidos estos tales
Atorrantes.
Esta diría es la parte risueña y está dirigida a los que le esquivan al trabajo como sapo a la cortadora de césped ; la otra la seria y más grave, es que hay muchísima gente que busca y no puede encontrar trabajo, y esta es una responsabilidad de los políticos que cuando necesitan el voto se acuerdan de los ciudadanos, y hasta los visitan en su casa y se interiorizan sobre sus problemas.
Luego de asumir, los olvidan de inmediato y arman su buena estructura personal beneficiando a familiares,  amigos, amantes y punteros, borrando rápidamente de sus mentes el principio constitucional que dice que su tarea debe basarse entre otras cosas en promover el bienestar general de la población.
Pero poco a poco el ciudadano va individualizando a estos trepadores de la política y en cada elección general, le toca el turno al pueblo corregir con su voto esto que no debiera ocurrir o al menos con tan altos índices de desocupación.
BC




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