Moralejas sin Moralina

                          

La que sigue es una recopilación de algunas moralejas que andan dando vuelta por la web y que he rescatado para aquellos que no las conocen:

1) Había en el bosque un hermoso conejo blanco, blanquísimo de fina piel inmaculada que moría de amor por una conejita  que vivía del otro lado del prado, justo al lado de las vías.

El conejito le confesó su ferviente amor, pero la coneja lo rechazó  diciendo: Eres muy bello, la verdad es  que si no tuvieras ese triángulo de pelo negro en tu oreja derecha, con gusto aceptaría ser tu pareja.

El conejito bajó su cabeza y lentamente se alejó de allí víctima de una gran depresión y desasosiego cuando se cruzó con el cuervo al que contó sus males. No te preocupes le dijo el cuervo, pon esa parte de tu oreja sobre las vías del tren, y cuando pase el expreso tu problema estará solucionado.

Así lo hizo el conejito, con tan mala suerte que el tren se llevó su cabeza entera.

MORALEJA: “Nunca pierdas la cabeza por un triángulo de pelo negro” 

2) Un sacerdote ofrece llevar en su auto a una monja que esperaba el colectivo. Esta al sentarse deja al descubierto una de sus piernas. El cura  casi tiene un accidente. Después de controlar el coche, distraídamente desliza la mano por la pierna de su acompañante . La monja dijo: "Padre, recuerde el Salmo 129?" El cura pertubado retira su mano. Pero, al hacer un cambio de marchas, deja nuevamente  que su mano se deslice en  la pierna de nuevo. La monja, una vez más dijo: "Padre, recuerde el Salmo 129?" El sacerdote pidió disculpas "hermana lo siento, pero la carne es débil." Al llegar al convento, la monja siguió su camino y el cura ansioso se encaminó a la Iglesia para leer el Salmo 129:

Decía: Id y buscad más arriba. Allí se encuentra la Gloria.

MORALEJA: si no están bien informados en su trabajo, pueden perderse una gran oportunidad.

Y la última:

Cuando el cuerpo fue creado, todas las partes querían ser el jefe. Un día el cerebro dijo: "Por ser yo quien da las órdenes y controla las diferentes partes del cuerpo, exijo que me llamen jefe". 
Los pies dijeron entonces: "Somos nosotros los que soportamos todo tu peso y lo trasladamos a todas partes, por lo tanto la jefatura nos corresponde". De la misma manera las otras  partes del cuerpo expresaron su importancia, reclamando a su vez el derecho de la jefatura. El corazón, los pulmones, el oído y hasta el mismo culo reclamaron ser jefe. Todos, al conocer las pretensiones del culo, se echaron a reir.? Como se atrevía a peticionar un órgano (si se lo puede llamar órgano) tan desprestigiado e insignificante como ese? A raíz de las burlas y herido en sus más íntimos sentimientos, el culo se enculó y decidió bloquear la salida con tres palabras: "no cago mas". 

Al poco tiempo y como consecuencia de esa actitud, el cerebro comenzó con trastornos, había alta fiebre, los ojos se hincharon, los pies se inflamaron y había dolor, ya no podía soportar el peso del cuerpo. 

El corazón y los pulmones luchaban por sobrevivir, tenían que trabajar a toda máquina para eliminar la gran cantidad de  toxinas que los invadían.  Todo era un desastre hasta que todos juntos imploraron para que el culo sea jefe. 

Enterado de lo resuelto, el culo comenzó a funcionar, haciendo su tarea a diestra y siniestra, asumiendo su cargo de jefe.

 

MORALEJA: Para llegar a ser jefe, no es necesario ser un cerebro, ni inteligente, ni ser más o menos imprescindible, solamente hay que tener culo y saber el momento más oportuno para cagar a los demás.

Chau.,