Tal vez la definición más acertada sobre los gatos (de cuatro patas) es esta que se le adjudica a Harry Swanson:” No puedes nunca ser dueño de un gato; en el mejor de los casos te permite ser su acompañante.”
Los gatos aparecen en la historia del hombre ya en el Arca de Noé, donde los ratones que se reproducían a una velocidad espeluznante hacían peligrar las provisiones. Noé pide auxilio al Señor, quien le indicó que debía acariciar tres veces la cabeza del león; cuando así lo hizo el león estornudó surgiendo de su nariz una pareja de gatos que en poco tiempo puso en su lugar a los ratones, restableciendo el equilibrio en la embarcación.
Fueron los egipcios los que dieron la mayor entidad al gato alrededor del año 2900 AC y entre sus divinidades aparece BAST diosa gato venerada especialmente en el Delta del Nilo, también conocida como Ousbastis y Bastet, fue representada como una mujer, con cabeza felina.
Su ciudad, Busbastis, que significa "mansión de la Diosa Bast", llegó a ser capital de Egipto en su momento de mayor esplendor, siendo el edificio más importante de la ciudad, el templo dedicado a la diosa.
El culto al Gato, aparece en el Antiguo Egipto alrededor del año 2900 A.C., y según la mitología la diosa gata Bastet, defendió al Dios - Sol Ra contra los ataques de la serpiente Apofis, una de las deidades del mal, hija y esposa del propio Ra.
Fue diosa de la guerra, de la fertilidad, de la alegría, de la maternidad, la fecundidad y otras virtudes femeninas, además de guardiana del hogar y feroz defensora de los hijos.
El simbolismo de BAST y su culto, fueron complejos, por un lado representaba la energía del sol etérea, cálida y vivificante, siendo esta su parte evidentemente femenina; de otro lado, la conexión con el culto a la luna, proveniente de la parte misteriosa y amante de la noche, propia de los gatos.
He hilvanado algunas frases dichas a lo largo del tiempo por distintos personajes ( Hemingway, Churchill, Derek Bruce, Chateaubriand, Gautier, Marcel Mauss etc.) los cuales se han sentido atraídos por los gatos en algún momento de sus vidas:
“Los gatos tienen una absoluta honestidad emocional; los seres humanos, por una razón u otra, pueden ocultar sus sentimientos, pero el gato, no, porque el gato es el único animal que ha conseguido domesticar al hombre, y debiéramos para mantener una verdadera perspectiva de lo que valemos, tener un perro que nos adore y un gato que nos ignore.
Porque se le reprocha al gato su gusto de estar a sus anchas, su predilección por los muebles más mullidos donde descansar o jugar: pero es igual que los hombres.
De acechar a los enemigos más débiles para comérselos :igual que hacen los hombres, y de ser reacio a todas las obligaciones, igual que los hombres una vez más.
Me gusta del gato su carácter independiente y casi ingrato que le impide atarse a quien sea, la indiferencia con que transita de los salones a su originario callejón.
El gato vive solo, no necesita sociedad alguna. Solo obedece cuando quiere, y simula dormir para observar mejor y arañar todo cuanto pueda arañar.
Es por ello que es una labor muy difícil ganar el afecto de un gato; será tu amigo si siente que eres digno de su amistad, pero no tu esclavo, por eso los perros nos miran desde abajo y los gatos desde arriba. “
Pero, la raza felina fue sufriendo una paulatina metamorfosis que potenció el poder de los gatos al punto tal que es normal ver algunos de estos ejemplares en los lugares más selectos y elegantes de nuestra sociedad, deslizándose con andar cadencioso y ojos atentos para el zarpazo certero a la ocasional víctima.
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Fuentes
:mascotasamigas.com./
cometa mágico.com.ar
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